Conozco perfectamente esa sensación y entiendo cómo se sienten esas personas. Muchas veces frustradas tras mucho esfuerzo sin ningún resultado, enfadadas por no haber cumplido sus expectativas, decepcionadas con ellas mismas y sin esperanza de poder encontrar una manera de sentirse mejor.
Cuando asesoro a personas en esta situación, lo primero que me esfuerzo en dejarles claro es que ellas no han fracasado, es la dieta la que ha fracasado. En momentos así es importante recordar que somos más y nos definen muchas más cosas que el resultado de una dieta.
Lo primero que hacemos es quitar la culpa y las emociones negativas, de esta manera, la persona vuelve a conectar con el amor propio y así, puede tener las bases necesarias para iniciar un proceso de cambio en su alimentación.
También es importante analizar qué es lo que no ha ido bien en anteriores dietas, para encargarme de no repetir los mismos errores que en el pasado. No encontraremos la solución si no salimos del problema.
Y es en este punto en el que me gustaría detenerme en este artículo. Tras largos años de práctica profesional he observado que muchos de los errores que hacen que una dieta fracase se repiten a lo largo del tiempo en una misma persona y también entre personas distintas.
Estos son algunos de los errores más típicos cuando se hace dieta:
1. No tener claro para qué se hace dieta: Esto es algo muy común. Muchas personas saben cuál es el objetivo de su dieta pero no saben cuál es el camino adecuado porque se desconoce el problema real.
Este es el caso de personas que hacen una dieta para bajar de peso reduciendo la ingesta de calorías pero aun así no consiguen su propósito. Muchas veces con esa dieta no se está tratando el problema real. Puede ser que realmente haya que tratar una retención de líquidos, una alteración hormonal u otra patología que haga imposible la pérdida de peso si no se trata ésta antes.
2. Hacer una dieta que le ha ido bien a otra persona: Este punto se relaciona mucho con el anterior. Cada persona es única y el cuerpo responde de distinta manera a aquéllo que comemos. Aunque una dieta haya sido un éxito en una persona, en otra puede ser un auténtico fracaso.
Por otro lado, cuando adoptamos el plan dietético de otra persona éste es totalmente impersonal. Así pues, no podrá tener en cuenta tus preferencias alimenticias, tus hábitos, tus horarios, los alimentos que no te gustan, tu actividad física, etc. Cuando una dieta no está hecha para la persona, suele ser muy difícil de alargar en el tiempo. Si la dieta no está pensada para ti... no funcionará a largo plazo.
3. Hacer caso a dietas milagro: Nunca funcionan. Repito, nunca, jamás, nunca funcionan. Eso sí, son una estupenda manera de engañarse. Normalmente los resultados que se obtienen son rápidos pero... ¿cuánto tiempo se pueden mantener?, es más, ¿cuánto tiempo ha de pasar para que empiecen a poner en riesgo tu salud? No mucho, te lo aseguro.
4. No hacer un adecuado seguimiento de los resultados: En este punto hago referencia a todas esas personas que suben a la báscula en exceso, incluso más de una vez por día. Personalmente, no recomiendo pesarse más de una vez por semana y siempre dentro del mismo contexto: Mismo día de la semana, misma hora, misma báscula y con la menor cantidad de ropa posible.
Este punto es particularmente sensible ya que influye enormemente en la motivación por la dieta y en el seguimiento de ésta. Por eso, creo que debe hacerse siempre bajo supervisión profesional ya que la mayoría de las veces en las que no se consiguen los resultados esperados en el seguimiento, puede encontrarse una justificación lógica para ello, y esto sólo lo puede comprender un profesional. Te sentirás mejor, te entenderás mejor y tendrás más fuerza para seguir adelante con la dieta. Además, un profesional podrá evaluar si es necesario realizar alguna modificación en el plan dietético en relación a los resultados.
5. Hacer una dieta rígida y monótona: En este punto no me voy a entretener mucho. Es absolutamente irresponsable hacer una dieta rígida, estricta y sin variedad. No se puede mantener en el tiempo y se pone en peligro la salud física y psicológica de la persona.
Hay muchos más errores que hacen que una dieta fracase pero estos cinco son los más comunes y los más importantes. ¿Has cometido alguna vez alguno de ellos? No te preocupes, el 95% de las demás personas que han hecho alguna vez dieta en su vida, también los han cometido. ¿Quieres descubrir más errores? Consulta este artículo.
¿Sabes cuál es la solución definitiva a todos ellos? Un profesional.
En el asesoramiento de Naturopatía, me esfuerzo por comprender la idiosincrasia de cada persona. Me gusta conocer su día a día, sus necesidades, sus dificultades y elaborar un plan dietético a medida, con el nombre y apellido de esa persona. Además, son dietas dinámicas, que cambian a lo largo del tiempo en función de los seguimientos que hacemos.
¿Y qué se consigue cuando realizas dieta junto a un profesional? Podría decir muchas cosas: Salud, bienestar, aprendizaje sobre uno mismo y la alimentación... incluso se ahorra dinero al no caer en trampas de la industria dietética y en probar infinidad de dietas... Pero sobre todo, sobre todo, sobre todo, lo que se gana cuando haces dieta junto a un profesional es autoestima y confianza en uno mismo.
¿Quieres hacer un cambio en tu alimentación? Hazlo de la mejor manera para ti, no hay mejor y más importante inversión que la que hagas para ti mismo.
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