Lo más importante de la diaitia (Naturopatía) griega se trasmite al mundo occidental a través del islamismo. En el siglo VI es clausurada la Escuela de Atenas por Justiniano, los exiliados pasaron a refugiarse a tierras donde se practicaba la religión nestoriana, sobre todo en la Persia de Cosroes, desarrollando allí una importante labor. Cuando el Islam conquistó estas tierras, incorporándolas a su imperio, dio comienzo el contacto de los sabios islámicos con el pensamiento especulativo y la praxis curativa que allí florecía. Iniciándose las primeras traducciones.
1. El encuentro del Islam con el viejo saber helénico era inevitable. Asentados sobre el marco histórico – geográfico del mundo helenizado y en contacto con el neoplatonizado cristianismo oriental.
Los historiadores árabes suelen referir una anécdota que puede ser cierta: En el año 765 d.c., al Mansur, segundo califa de la dinastía Abbasi, cayó enfermo en Bagdag; ninguno de los médicos mususlmanes supo remediar la dolencia, entonces mando llamar a un sanador Nestoriano llamado Girgis b. Gibril, regente del centro de salud de Gundisapur, Girgis (Jorge) logro que sanara el califa , y agradecido, además de premiarle y nombrarle su sanador de cámara, se interesó por las fuentes de su saber científico; y como sus fuentes eran griegas, el Califa ordenó la traducción de sus obras.
2. Cronología del paso del Corpus Hipocraticum del mundo griego al Islam:
A partir del s. II Nisibis y Edesa se convierten en centros de la civilización Siria.
Importancia histórica de Nisibis: Fue refundada por los sucesores de Alejandro Magno con el nombre de Antioquía de Migdonia (en griego Αντιόχεια της Μυγδονίας), y es mencionada por primera vez en la descripción que hace Polibio de la campaña de Antíoco I contra Molón (Polibio, V, 51). El historiador griego Plutarco sugirió que la ciudad había sido poblada por descendientes de espartanos. Como muchas otras ciudades situadas en los territorios en los que los romanos se enfrentaron contra los persas, Nísibis fue frecuentemente conquistada y reconquistada por ambas potencias: fue tomada por Lúculo tras un largo asedio del hermano de Tigranes II de Armenia (Dión Casio, xxxv, 6, 7), y de nuevo conquistada en 115 d. C. por Trajano, quien por esta conquista recibió el sobrenombre de Parthicus, "conquistador de los partos" (ibidem, LXVIII, 23): después fue perdida y de nuevo recuperada contra los judíos durante la Guerra de Kitos. Perdida en 194, fue de nuevo reconquistada por Septimio Severo, que hizo de ella su cuartel general y restableció una colonia (ibid., LXXV, 23). El rey sasánida Sapor I conquistó la ciudad, fue expulsado de ella y regresó de nuevo en la década de 260. En 297 se incorporó al Imperio Romano por un tratado con Narsés de Armenia. El historiador latino del siglo IV Amiano Marcelino tuvo sus primeras experiencias bélicas en su juventud a las órdenes del gobernador de Nísibis, Ursicino. Desde 360 hasta el siglo V, fue el campamento de la Legión I Parthica. A causa de su importancia estratégica en la frontera persa estaba fuertemente fortificada: Amiano la llama "ciudad inexpugnable" (urbs inexpugnabilis) y "bastión de las provincias" (murus provinciarum). En 363, Nísibis fue devuelta a los persas tras la muerte del emperador Juliano.
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