Gilgun-Sherki, Y., Melamed, E., & Offen, D. (2004). The role of oxidative stress in the pathogenesis of multiple sclerosis: the need for effective antioxidant therapy. Journal of neurology, 251(3), 261-268.
Los datos acumulados indican que el estrés oxidativo (OS) desempeña un papel importante en la patogénesis de la esclerosis múltiple (EM).
Las especies reactivas de oxígeno (ROS), que conducen a OS, generadas en exceso principalmente por macrófagos, se han implicado como mediadores de la desmielinización y el daño axonal tanto en la EM como en la encefalomielitis autoinmune experimental (EAE), su modelo animal. Las ROS causan daño a los componentes celulares cardinales, como los lípidos, las proteínas y los ácidos nucleicos (p. Ej., ARN, ADN), lo que ocasiona la muerte celular por necrosis o apoptosis. Además, los sistemas celulares de defensa antioxidantes debilitados en el sistema nervioso central (SNC) en la EM, y su vulnerabilidad a los efectos de la ROS pueden aumentar el daño.
Por lo tanto, el tratamiento con antioxidantes podría en teoría prevenir la propagación del daño tisular y mejorar tanto la supervivencia como el resultado neurológico.
En efecto, Se han realizado varios estudios experimentales para ver si la ingesta dietética de varios antioxidantes previene o reduce la progresión de la EAE. Aunque algunos antioxidantes mostraron cierta eficacia en estos estudios, hay poca información disponible sobre el efecto de los tratamientos con dichos compuestos en pacientes con EM.
Se necesitan estudios clínicos bien diseñados que utilicen la ingesta de antioxidantes, así como investigaciones basadas en cohortes más grandes estudiadas durante largos períodos de tiempo, para evaluar si la ingesta de antioxidantes junto con otros tratamientos convencionales puede ser beneficiosa para tratar la EM.
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