martes, 25 de septiembre de 2018

Dieta, suplementos y enfermedad de Parkinson. Un análisis de corte transversal; por Joshua Z. Goldenberg, Naturópata ND

Referencia

Mischley LK, Lau RC, Bennett RD. Role of diet and nutritional supplements in Parkinson’s disease progression. Oxid Med Cell Longev. 2017;2017:6405278.

Diseño

Este estudio fue un análisis transversal de una plataforma en línea creada por el autor (Laurie Mischley, ND, PhD). La plataforma recluta pacientes de Parkinson en un estudio de investigación longitudinal. Los pacientes autoinforman sus síntomas de Parkinson, su dieta diaria y la ingesta de suplementos.

Participantes

La población de estudio incluyó a 1,053 personas con enfermedad de Parkinson idiopática; El 93% de los participantes eran caucásicos, con un promedio de 5.2 años desde el diagnóstico.

Parámetros del estudio evaluados

Los síntomas de Parkinson, la gravedad de la progresión, la dieta (por recuerdo) y la ingesta de suplementos; los síntomas se evaluaron utilizando los resultados informados por los pacientes en la escala de la enfermedad de Parkinson (PRO-PD), una herramienta de resultado creada por el autor.
Medidas de resultado primarias

El análisis comparó la tasa de progresión de la enfermedad de cada paciente con su dieta y la ingesta de suplementos para buscar asociaciones estadísticamente significativas.

Resultados clave

Los resultados a continuación muestran qué alimentos y suplementos fueron significativamente ( P <0.05) asociados con una progresión más lenta o una progresión más rápida de los síntomas de Parkinson.


Implicaciones prácticas

La enfermedad de Parkinson es una condición extremadamente debilitante y no se entiende bien. Las opciones convencionales son limitadas, y los estudios sugieren que muchos pacientes de Parkinson recurren a la dieta, la Naturopatía y los suplementos para retrasar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, se sabe poco sobre su eficacia. El presente estudio es un esfuerzo para arrojar luz sobre los efectos de la dieta y el uso de suplementos en la progresión de la enfermedad de Parkinson.

Muchos de los hallazgos de este estudio no son demasiado sorprendentes. La mayoría de los elementos dietéticos asociados con la progresión retrasada son elementos de una dieta de estilo mediterráneo. Este estilo de alimentación es desinflamatorio y se ha demostrado que está asociado con menos casos y la aparición posterior de la enfermedad de Parkinson. El aceite de pescado se ha mostrado repetidamente ser neuroprotector y de hecho este estudio encontró una asociación entre el consumo de pescado y un retraso en la progresión de los síntomas parkinsonianos.

La asociación del consumo de alimentos enlatados con una progresión más rápida de la enfermedad de Parkinson es intrigante. Debido a que esta asociación persistió después del ajuste por los ingresos, es menos probable que esté relacionada con la disminución del acceso a la atención médica (que a menudo acompaña al bajo nivel de ingresos). ¿Podría haber algo en las latas? Los autores postulan que el bisfenol A (BPA) o el aluminio, una neurotoxina conocida, podrían ser contribuyentes.

La asociación del consumo de refrescos con la progresión más rápida de la enfermedad puede deberse a neurotóxicos específicos, como el aspartamo. La asociación con alimentos fritos puede estar relacionada con la peroxidación lipídica. La asociación de helado, yogur y queso con progresión rápida es consistente con investigaciones previas; un metaanálisis de la ingesta de lácteos y la enfermedad de Parkinson mostró una asociación de la ingesta de lácteos con el Parkinson de una manera dependiente de la dosis. Tanto los suplementos de hierro como la carne de vaca, que tiene una alta carga de hierro, se asociaron con una progresión rápida en este estudio, lo que concuerda con la sugerencia de que el hierro conduce a la progresión de los síntomas debido a su naturaleza oxidativa. 

Mientras que la coenzima Q10 (CoQ10) mostró una promesa temprana en la enfermedad de Parkinson, los ensayos controlados aleatorios más recientes no mostraron beneficio. Es interesante que la asociación entre la progresión retrasada y la CoQ10 en este estudio ya no fue estadísticamente significativa después del ajuste por el ingreso. El autor postula que CoQ10, un suplemento costoso, podría ser un sustituto para el estado de ingresos altos, que a su vez se asoció con una progresión retrasada, posiblemente debido a un mejor acceso a la atención de la salud.

Este estudio tiene algunas fortalezas excelentes. Los investigadores ajustaron todos los resultados por edad, sexo, años desde el diagnóstico y nivel de ingresos, y los resultados nos dan algunas pistas iniciales sobre el efecto de la dieta y los suplementos en la enfermedad de Parkinson. Por supuesto, también hay limitaciones para este estudio. Como un análisis transversal, las conclusiones del diseño del estudio son limitadas. Este estudio es longitudinal y esta publicación es preliminar y no pretende ser exhaustiva. Además, los investigadores no corrigieron los valores P para comparaciones múltiples, por lo que es posible que algunas asociaciones estadísticamente significativas puedan ser falsas.

En resumen, este estudio presenta algunos hallazgos preliminares interesantes con respecto a la dieta y los suplementos para la enfermedad de Parkinson. Es un primer paso importante que será seguido con más trabajo por parte de los autores del estudio y otros investigadores.

Referencias:
  1. Kalia LV, Lang AE. Parkinson’s disease. Lancet. 2015;386(9996):896-912.
  2. Ren S, Cooper K, Cooper JA, Smith HT, Shaikh S. A systematic review and network meta-analysis of pharmacological therapies used for patients with advanced Parkinson’s disease. Value Heal. 2014;17(7):A390.
  3. Alcalay RN, Gu Y, Mejia-Santana H, Cote L, Marder KS, Scarmeas N. The association between Mediterranean diet adherence and Parkinson’s disease. Mov Disord. 2012;27(6):771-774.
  4. da Silva TM, Munhoz RP, Alvarez C, et al. Depression in Parkinson’s disease: a double-blind, randomized, placebo-controlled pilot study of omega-3 fatty-acid supplementation. J Affect Disord. 2008;111(2-3):351-359.
  5. Campdelacreu J. Parkinson disease and Alzheimer disease: environmental risk factors. Neurología. 2014;29(9):541-549.
  6. Rycerz K, Jaworska-Adamu JE. Effects of aspartame metabolites on astrocytes and neurons. Folia Neuropathol. 2013;51(1):10-17.
  7. Jiang W, Ju C, Jiang H, Zhang D. Dairy foods intake and risk of Parkinson’s disease: a dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. Eur J Epidemiol. 2014;29(9):613-619.
  8. Medeiros MS, Schumacher-Schuh A, Cardoso AM, et al. Iron and oxidative stress in Parkinson’s disease: an observational study of injury biomarkers. PLoS ONE. 2016;11(1):e0146129.
  9. Parkinson Study Group QE3 Investigators, Beal MF, Oakes D, et al. A randomized clinical trial of high-dosage coenzyme Q10 in early Parkinson disease: no evidence of benefit. JAMA Neurol. 2014;71(5):543-552.

No hay comentarios:

Publicar un comentario