Cuando se escribe la historia de una profesión, existe fácilmente la tendencia de buscar sus orígenes en el pasado más remoto de la humanidad con el peligro de forzar exageradamente los hechos históricos. Recuperar la memoria y estudiar la Historia de la Naturopatía capacita el saber ser Naturópata, pues provee al profesional de competencias de indudable validez en la prestación del Servicio Profesional de Naturopatía, y, como consecuencia, contribuir a la erradicación de mitos, leyendas, tópicos, prejuicios... que la mayoría de las veces dificultan el desarrollo profesional de la Naturopatía.
La Historia de la Naturopatía para ser comprendida en su desarrollo profesional es necesario mirarla por delante y por detrás. Conocer ese pasado más remoto de la Historia de la Naturopatía implica abrir la mente y descubrir el período antes de la profesionalización con hechos, ritos y situaciones a ser repensados y reevaluar sobre aquellos que en la oscuridad y anonimato hacían la tarea que hoy es ejecutada por profesionales de la Naturopatía.
Comprender el pasado de la Naturopatía y su desarrollo es necesariamente útil en la medida en que el reconocimiento de los orígenes de la profesión, de sus raíces histórico-culturales, le da soporte en la calificación profesional y estimula competencias profesionales con sus técnicas naturales de salud correspondientes para contribuir a una sociedad más saludable con bienestar y calidad de vida.
Y este hecho es fundamental para la identidad profesional de la Naturopatía, en el marco de las Ciencias de la Salud, aunque no sea una tarea fácil saber qué es lo que efectivamente delimita una profesión. Discusiones sobre el presente y el futuro del profesional Naturópatas hay, sin embargo es necesario definir el núcleo de la profesión, de forma clara, determinante y aceptable por todos los pares, sin sofismas y silogismos, definiéndose al Profesional Naturópata por lo que él es y no por lo que hace.
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