Por qué no decimos, por ejemplo “Abraham ibn Ezra era Naturópata”, pero sí hablamos de criterio Naturopático en su obra.
Resumen
Este análisis argumenta la importancia de utilizar con precisión el concepto de criterio Naturopático al referirse a prácticas y pensamientos históricos relacionados con la gestión natural de la salud, evitando anacronismos como llamar "Naturópatas" a figuras medievales. Se propone una estructura historiográfica racional dividida en tres niveles: A) el criterio Naturopático, B) los umbrales de la Naturopatía, y C) la fundación disciplinar de la Naturopatía como ciencia y profesión en 1892 por Benedict Lust. A partir de esta distinción, se establece una cronología epistemológica que permite entender la Naturopatía como una disciplina de historia reciente y fundamentos antiguos, con una identidad científica propia dentro de las Ciencias de la Salud. Se evita así el entusiasmo historicista y el uso inflacionario del término “Naturópata”.
1. Introducción: Evitar el anacronismo, construir con rigor
En el estudio de la historia de la Naturopatía, es frecuente encontrar lecturas que, con buena intención pero sin suficiente precisión epistemológica, proyectan hacia el pasado el concepto moderno de “Naturópata”. Así, se afirma a veces que , por ejemplo, "Ibn Ezra practicaba Naturopatía".
Estas afirmaciones, aunque bienintencionadas, deben ser matizadas con precisión. La Naturopatía, tal como la entendemos hoy —como disciplina científica y profesión reconocida— no existía como tal antes de su fundación formal por Benedict Lust en 1892. Lo que sí existía, y ha existido desde la antigüedad, es una serie de saberes, prácticas, cosmovisiones y sistemas de vida que comparten los fundamentos filosóficos y técnicos que hoy reconocemos como criterio Naturopático.
2. El Criterio Naturopático: fundamento ancestral sin estructura disciplinaria
El concepto de criterio Naturopático permite referirse a aquellas prácticas históricas orientadas a la salud mediante:
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El uso profesional o consciente de agentes naturales (alimentación, plantas, agua, movimiento, sol, respiración…).
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La comprensión de la autorregulación vital del organismo.
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La promoción del equilibrio con el entorno como base de la salud.
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La aplicación de principios como la individualidad biológica, la armonía emocional y el respeto por los ciclos de la naturaleza.
Este criterio puede ser identificado, por ejemplo, en:
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La obra Hortulus de Walahfrid Strabo (siglo IX), donde el jardín medicinal es herramienta de salud y sabiduría natural.
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Los tratados de Hildegarda de Bingen (siglo XII), que integran alimentación, clima, espiritualidad y botánica en una visión integral de la salud.
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Las recomendaciones cíclicas y alimentarias de Abraham ibn Ezra, también del siglo XII, donde se promueve una vida adaptada al calendario natural y a los estados emocionales.
Estas figuras no eran naturópatas, pero sus obras expresan con claridad lo que podemos denominar criterio Naturopático: un conjunto de saberes aplicados, coherentes con los principios que la Naturopatía moderna ha sistematizado como ciencia.
3. Los Umbrales de la Naturopatía: transición hacia la sistematización
Entre los siglos XVII y XIX se produce un cambio importante: diversas tradiciones de gestión natural de la salud, de diferentes regiones y culturas, comienzan a articularse de manera más sistemática, aunque aún sin una estructura profesional unificada.
Se pueden considerar umbrales de la Naturopatía aquellos momentos en que el criterio Naturopático empieza a institucionalizarse, teorizarse o difundirse públicamente, como por ejemplo:
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La hidroterapia sistematizada por Vincent Priessnitz y Sebastian Kneipp.
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Los desarrollos alimentarios y reformistas de Arnold Ehret, Louis Kuhne, y otros pioneros de la higiene vital.
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La expansión de ideas de salud natural en escuelas europeas y norteamericanas a lo largo del siglo XIX.
En este período, todavía no existe Naturopatía como disciplina formal, pero ya hay voluntad de convertir los saberes naturales en ciencia organizada, con principios comunes, corpus textual y método propio.
4. Fundación de la Naturopatía: ciencia y profesión desde 1892
La Naturopatía se constituye formalmente como disciplina científica y profesión de salud en el año 1892, cuando Benedict Lust introduce y define el término Naturopath en los Estados Unidos, a partir de una síntesis estructurada de los saberes vitalistas europeos con las necesidades sociales e institucionales del momento.
Desde entonces, la Naturopatía comienza a contar con:
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Ontología: visión del ser humano como unidad sistémica vital.
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Epistemología: forma propia de conocer la salud desde lo natural y holístico.
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Metodología: herramientas de análisis, valoración y acompañamiento vital.
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Tecnología: uso profesional y seguro de medios naturales.
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Praxiología: praxis educativa, no terapéutica, orientada a la salutogénesis.
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Axiología: valores humanistas, ecológicos y de autonomía personal.
Este momento marca el inicio de la historia disciplinar de la Naturopatía, que es reciente, rigurosa y abierta a la investigación, pero cuyas raíces están firmemente ancladas en una tradición cultural multisecular.
5. Naturopatía: arte antiguo, ciencia nueva
La frase “la Naturopatía tiene un largo pasado, pero una historia reciente” resume con precisión este enfoque. Afirmar que la Naturopatía es “antigua” no significa que existiera como disciplina hace siglos, sino que sus principios han acompañado al ser humano en muchas culturas y momentos históricos.
Sin embargo, solo en tiempos recientes se ha producido su:
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Sistematización epistemológica
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Profesionalización reglada
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Inscripción formal dentro de las Ciencias de la Salud
Por tanto, hablar de Hildegarda, Ibn Ezra o Strabo como “Naturópatas” es un anacronismo. En cambio, reconocer en sus obras el criterio Naturopático es una manera precisa, respetuosa y coherente de insertarlos en la historia racional de la Naturopatía, sin forzar los términos ni abusar de un entusiasmo romántico o historicista.
6. Conclusión
El uso del término criterio Naturopático permite identificar y estudiar los antecedentes históricos de la Naturopatía con rigor y sin distorsión conceptual. A través de este enfoque, es posible:
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Valorar la riqueza histórica de los saberes naturales.
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Reconocer la profundidad filosófica y empírica de prácticas pasadas.
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Preservar la especificidad científica y profesional de la Naturopatía moderna.
La Naturopatía es arte antiguo, ciencia nueva: nace como disciplina en el siglo XIX, pero se nutre de una tradición que valora la vida, la naturaleza y la salud desde tiempos inmemoriales. Su historia comienza en 1892, pero su alma ha acompañado al ser humano desde que buscó cuidar su vida en armonía con el mundo.

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