“La psicología tan dedicada al despertar de la conciencia humana, ha de despertarse a sí misma a una de las verdades humanas más antiguas: no podemos ser estudiados o sanados aparte del planeta.” James Hillman, psicólogo arquetípico
La eco-psicología es como los ecosistemas: amplio, plural, complejo, en constante movimiento, y abierto a muchas perspectivas y capaz de cambiar. De la gran variedad de escuelas y corrientes es importante citar la ecología profunda, el trascendentalismo Norteamericano, el movimiento Europeo Romántico, las psicologías profundas, la sabiduría ancestral y diversas tradiciones espirituales, el ecofeminismo y la psicología transpersonal. Su libro fundador es "THE VOICE OF THE EARTH" de Theodore Roszak (1992).
La ecopsicología en 3 palabras:
La Tierra, que no es una reserva de recursos para consumir, ni un gran basurero, sino un organismo vivo para respetar, del cual somos parte y que es parte de nosotros.
El alma o la psique, que es la dimensión de nuestra interioridad en la que están arraigadas las interrelaciones más íntimas entre el ser humano y la Tierra.
La reconexión, que es el reto de la ecopsicología: reconectarnos profundamente con la Tierra para poder contribuir a su sanación y a la nuestra.
Raíces de la palabra “ecopsicología”:
Eco > oikos = casa
Psique > espiritu, alma
Logos > logica
Es decir que se trata de los estudios de las interrelaciones entre la casa de la Tierra y el ser humano.
Podemos resumir la ecopsicología en 3 proposiciones:
Existe un vínculo ontológico (= anclado en las profundidades del ser) entre los seres humanos y la naturaleza
El olvido, la ignorancia o la destrucción de este vínculo provocan sufrimiento y desequilibrios tanto para la Tierra (degradación ecológica) como para el ser humano (alienación, malestar, ansiedades, adicciones, violencia ...)
Restaurar el vínculo entre el ser humano y la naturaleza en profundidad es una de las claves para sanar la Tierra y sanar el alma humana. La salud y el bienestar de los humanos y del resto de la naturaleza son inseparables. En definitiva, dañar la Tierra es dañar nuestro ser y viceversa.
La ecopsicología en 3 consejos:
Despertarnos para ser tocados en nuestro corazón por el clamor de la Tierra en nosotros y abrirnos a nuestros sentimientos de miedo, rabia, tristeza e impotencia para transformar su energía en una fuente de esperanza y acción.
Maravillarnos de los regalos de la Tierra y agradecer a todos los seres vivos para encontrar nuestro lugar justo como miembros de la comunidad de la Tierra, con la cual estamos profundamente entretejidos.
Comprometernos, desde nuestro deseo más profundo, a contribuir a la transición a una sociedad que sustenta y celebra la vida.
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