Nuestra revisión investiga el papel de las vitaminas y los minerales en la rosácea y proporciona recomendaciones basadas en evidencia para la suplementación y el tratamiento tópico de estos nutrientes para la rosácea. Se realizó una búsqueda en línea en PubMed, Web of Science, Science Direct, Google Scholar y ClinicalTrials.gov de 1998 a 2023.
Los estudios incluidos se resumieron y evaluaron en cuanto a calidad y relevancia en el tratamiento de la rosácea. Surgieron resultados variados con respecto al impacto de las vitaminas y los minerales esenciales en el tratamiento de la rosácea. Los derivados de la vitamina A, específicamente la isotretinoína oral, demostraron una eficacia significativa, con una reducción del 90% en las lesiones, una remisión completa en el 24% de los pacientes y una marcada mejoría en el 57% de los pacientes. Los derivados de la vitamina B3, como la 1-metilnicotinamida tópica al 0,25% y el NADH al 1%, mejoraron los síntomas en el 76,4% (26/34) y el 80% de los pacientes, respectivamente. Los resultados de la suplementación con vitamina D, vitamina C y zinc variaron entre los estudios. Sin embargo, la solución de sulfato de zinc al 5% redujo significativamente la gravedad del acné rosácea en los pacientes, con un 40% y un 60% que mostraron una respuesta moderada o buena, respectivamente. Los ácidos grasos omega-3 mostraron una mejora significativa en el alivio de la xeroftalmia en el 64% de los pacientes con rosácea ocular.
Las vitaminas y los minerales tienen potencial para controlar los síntomas de la rosácea, ofreciendo una alternativa segura y rentable o una opción de tratamiento complementario. Actualmente, no existen recomendaciones establecidas con respecto a su suplementación para la rosácea.
Se justifican los estudios que evalúan los niveles séricos de vitaminas y minerales en relación con la rosácea, ya que esta vía tiene potencial para futuros avances en el campo.
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