Pero todas esas técnicas también tienen algo en común, ya que la acupuntura es una hiogiotecnia energética basada en la energía vital llamada qi (pronunciada “chee”), que fluye a través del cuerpo en una red de canales llamados meridianos. Este qi es la base de cómo funciona la acupuntura, ya que aprovecha la energía del cuerpo para curar ciertas dolencias.
El qi está influenciado por dos fuerzas dominantes y opuestas: el yin y el yang. El yin y el yang son fuerzas opuestas que pueden volverse complementarias para lograr un equilibrio dinámico. En acupuntura, el yin puede representar el frío y el yang puede representar el calor, y se necesita cierto equilibrio para lograr la armonía. La salud óptima se considera el equilibrio del yin y el yang, y pueden ocurrir problemas o disfunciones cuando el flujo de qi se ve afectado por factores estresantes asociados con la salud física, emocional, mental y/o espiritual.
Los puntos de acupuntura están espaciados secuencialmente a lo largo de los meridianos del cuerpo, y el propósito de pinchar estos puntos en acupuntura es estimular, desbloquear o ralentizar el movimiento y el flujo del qi, con beneficios para restaurar la salud. Hay más de 2.000 puntos de acupuntura, todos tienen usos específicos y cada meridiano está vinculado a un órgano del cuerpo.
Qué esperar de un tratamiento de acupuntura
La acupuntura es un tratamiento administrado por un acupunturista autorizado, un Naturópata ND o un médico de medicina tradicional china. Se realiza utilizando agujas metálicas muy finas y estériles. Estas agujas se insertan en la piel en puntos de acupuntura, con un ángulo y una profundidad aprendidos, ya que son técnicas importantes que influyen en el aprovechamiento del qi. Una vez que se insertan las agujas, se pueden manipular moviéndolas hacia arriba, abajo, izquierda y derecha para generar el qi, y luego se dejan en su lugar durante un tiempo, a menudo de 15 a 30 minutos, mientras el cuerpo se relaja.
Enfoque de tratamiento
Los puntos de acupuntura pueden seleccionarse localmente en algunos casos para la inflamación o el dolor; sin embargo, a menudo se seleccionan basándose en el individuo completo, de manera holística, basándose en el diagnóstico subyacente de la medicina tradicional china, que es bastante diferente de un diagnóstico médico convencional.
Si le preocupa la punción o si tiene fobia a las agujas, existen otras formas de acceder al qi mediante acupresión (aplicación de los dedos firmemente) o mediante láser (rayos de luz).
Acupresión para la fatiga
La acupuntura es una terapia complementaria para personas que viven con cáncer, para ayudar a aliviar la fatiga, los sofocos y el dolor en las articulaciones.
La fatiga relacionada con el cáncer es uno de los efectos secundarios más comunes del cáncer y sus tratamientos. Los pacientes que experimentan fatiga por cáncer a menudo la describen como una sensación de mucha debilidad, apatía, agotamiento, debilitamiento y paralización. Los síntomas pueden mejorar por un tiempo y regresar poco después. Un estudio mostró una mejora de la fatiga relacionada con el cáncer y la calidad de vida en sobrevivientes de cáncer de mama con acupresión. El estudio investigó si dos tipos de acupresión autoadministrada mejoraban la fatiga, el sueño y la calidad de vida en comparación con la ausencia de acupresión y la atención habitual en sobrevivientes de cáncer de mama. Las mujeres fueron reclutadas del Registro de Tumores de Michigan y asignadas al azar a tres grupos: acupresión relajante, acupresión estimulante o ninguna acupresión (atención habitual). El resultado primario fue un cambio en la puntuación del Inventario Breve de Fatiga desde el inicio en las marcas de 6 y 10 semanas. Los resultados secundarios fueron la calidad del sueño (Índice de calidad del sueño de Pittsburgh) y la calidad de vida (Instrumento de calidad de vida a largo plazo).
Descripción generada automáticamente con poca confianzaDe un total de 270 participantes en el estudio, 94 estaban en el grupo de acupresión relajante, 90 participantes estaban en el grupo de acupresión estimulante y el grupo de atención habitual tenía 86. Una mujer se retiró del estudio debido a hematomas en los puntos de acupuntura. Las mujeres hicieron autoacupresión todos los días durante 3 minutos. En la semana 6, el porcentaje de participantes cuya fatiga volvió a niveles normales (puntuación del Inventario Breve de Fatiga) fue del 66,2 % en acupresión relajante, del 60,9 % en acupresión estimulante y del 31,3 % en atención habitual. En la semana 10, un total de 56,3% en acupresión relajante, 60,9% en acupresión estimulante y 30,1% en atención habitual continuaron teniendo fatiga normal ( p = 0,04 para los grupos de acupresión versus atención habitual). La acupresión relajante, pero no la acupresión estimulante, mostró mejoras significativas en la calidad del sueño en comparación con la atención habitual en la semana 6 pero no en la semana 10 ( p <0,001 para ambos brazos de acupresión frente a la atención habitual), y no hubo diferencias significativas entre brazos de acupresión ( p = 0,29 ). Sólo la acupresión relajante mejoró significativamente la calidad de vida en comparación con la atención habitual en las semanas 6 y 10.
Acupuntura para los sofocos
Los sofocos son un síntoma común entre los sobrevivientes de cáncer de mama. Seis veces más sobrevivientes de cáncer de mama experimentan sofocos en comparación con los controles de la misma edad.
Un estudio evaluó los efectos de la electroacupuntura (EA) versus la gabapentina (GP) para los sofocos entre los sobrevivientes de cáncer de mama. En él, 120 sobrevivientes de cáncer de mama que experimentaban sofocos al menos dos veces al día fueron asignados al azar para recibir electroacupuntura o gabapentina. Los participantes fueron evaluados a las 8 semanas y a las 24 semanas.
En la semana 8, la reducción media de los sofocos fue mayor en el grupo de electroacupuntura, seguida de acupuntura simulada (SA), gabapentina (GP) y placebo (PP) (−7,4 frente a −5,9 frente a −5,2 frente a −3,4). ; p <0,001). El grupo de médicos de cabecera tuvo más eventos adversos relacionados con el tratamiento que los grupos de acupuntura. En la semana 24, la reducción de la puntuación compuesta de sofocos (JMAF) fue mayor en el grupo EA, seguido de SA, PP y GP (−8,5 frente a −6,1 frente a −4,6 frente a −2,8; p = 0,002).
Los sofocos no ocurren sólo en las mujeres. Los hombres con carcinoma de próstata avanzado que se someten a terapia de privación de andrógenos (ADT) pueden experimentar sofocos como efecto secundario importante del tratamiento. [11] Un pequeño estudio investigó los efectos de la acupuntura en pacientes con cáncer de próstata sometidos a ADT. Se incluyeron siete hombres en el estudio y, de ellos, todos tuvieron una reducción significativa (50 %) según la clasificación de la escala de gravedad de los sofocos. La frecuencia de los sofocos diarios también se redujo en más del 50%. Aunque el tamaño de la muestra fue pequeño, la importancia de los efectos justifica estudios adicionales.
Acupuntura y dolor articular
Además de los sofocos, el dolor en las articulaciones es otro efecto secundario común de los bloqueadores hormonales o inhibidores de la aromatasa. Un estudio investigó el efecto de la acupuntura sobre el dolor articular relacionado con los inhibidores de la aromatasa. El dolor es un efecto adverso común de los inhibidores de la aromatasa y, a menudo, provoca la interrupción del tratamiento. Este fue un ensayo clínico aleatorizado multicéntrico (11 sitios) realizado en los Estados Unidos desde marzo de 2012 hasta febrero de 2017 para mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama en etapa temprana que estaban tomando un inhibidor de la aromatasa y experimentaban dolor. [Los pacientes fueron asignados al azar 2:1:1 al grupo de acupuntura verdadera ( n = 110), acupuntura simulada ( n = 59) o grupo de control en lista de espera ( n = 57). Los protocolos de acupuntura verdadera y acupuntura simulada consistieron en 12 sesiones de acupuntura durante 6 semanas (2 sesiones por semana), seguidas de 1 sesión por semana durante 6 semanas. El grupo de control en lista de espera no recibió ninguna intervención. A todos los participantes se les ofrecieron 10 sesiones de acupuntura para usar entre las semanas 24 y 52. La acupuntura verdadera comparada con la acupuntura simulada o con el control en lista de espera resultó en una reducción estadísticamente significativa ( p = 0,01) del dolor articular a las 6 semanas, aunque los autores concluyó que la mejoría observada era de “importancia clínica incierta”. Las limitaciones del estudio son posiblemente el tamaño de la muestra; tal vez esa sea la razón por la que los autores concluyeron que hay incertidumbre a pesar de que el valor p es 0,01. Además, se ha dicho que la acupuntura simulada no es físicamente inerte, lo que se refleja en este estudio al comparar la acupuntura simulada y la verdadera.
Conclusión
El uso de la acupuntura para mitigar algunos de los efectos secundarios del cáncer se ha demostrado en algunos estudios pequeños, con resultados prometedores. Diseños de estudios cuidadosos, poblaciones más grandes y más financiación podrían dar forma al futuro de la atención oncológica integral y la acupuntura en los países occidentales. Con un sólido historial de uso, mejoras en el qi o la energía y un bajo riesgo de efectos secundarios, la acupuntura puede ser una recomendación más generalizada para las personas que se recuperan de un cáncer.
Tenga en cuenta que esta información no sustituye el consejo o tratamiento médico. Consulte a su médico antes de continuar.
Referencias
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