FONDO: La enfermedad de Parkinson se asocia con múltiples síntomas no motores que incluyen trastornos gastrointestinales (GI), que afectan las actividades de la vida diaria de los pacientes y tradicionalmente se tratan con agentes farmacéuticos dirigidos al control de los síntomas.
PARTICIPANTE: En este caso, una mujer de 73 años de edad presentó 3 semanas de estreñimiento y reflujo ácido después de un diagnóstico reciente de enfermedad de Parkinson e inicio de carbidopa-levodopa 6 meses antes. Un factor contribuyente fue la anosmia que condujo a un gran cambio en la dieta. Todas las demás etiologías se excluyeron a través de la historia clínica y el examen físico.
MÉTODO: La intervención dietética se inició como tratamiento básico e incluyó un mayor consumo de vegetales a 5 porciones por día, un aumento de fibra dietética a 30 g por día, un mayor consumo de proteínas, un menor consumo de azúcar y un aumento de la hidratación.
RESULTADOS Estos cambios en la dieta fueron acompañados por un alivio sintomático del reflujo ácido a través del vinagre de manzana y el regaliz desglicirrizado, así como la iniciación de probióticos y citrato de magnesio para el estreñimiento. El paciente tuvo una resolución completa de estreñimiento y una mejoría del 50% en el reflujo ácido después de 5 días y la resolución completa de todos los síntomas después de 1 mes.
CONCLUSIÓN: Las complicaciones GI asociadas con trastornos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson, pueden tratarse mediante cambios dietéticos fundamentales con control de los síntomas naturales, con resultados similares a los del manejo farmacéutico, pero sin efectos secundarios duraderos.
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