La identidad Naturopática surge de la intersección de los tres rasgos estructurales que mejor definen a la profesión: su historia, su labor actual en la sociedad y su cultura corporativa. Toda persona, colectivo o institución proyecta una identidad que induce entre sus públicos la construcción de una determinada imagen, y concretamente, la identidad de la profesión Naturopática, como de cualquier otra profesión, es el "ser" de ese colectivo, su esencia o su modo de existir, lo que le diferencia de otros colectivos.
Que la imagen pública de los Naturópatas no coincida con su verdadera identidad profesional puede ocasionar consecuencias indeseables para el colectivo, y así por ejemplo, en clara relación con la imagen actual que la sociedad percibe de los Naturópatas, el público puede cuestionarse si considera competentes a los Naturópatas para abordar científica y técnicamente determinados problemas o temas de salud.
Y ocurre que cuando alguien, en este caso los Profesionales Naturópatas Colegiados, no comunican sus asuntos al público siempre hay otros agentes externos a ellos que comunican en su lugar, y casi siempre contrariamente a los intereses de quien no comunica. Todos los apodos (terapia natrural, medicina natural, terapia alternativa....) y las “rivalidades” grupales no son si no una estrategia comercial. Pero al sentirnos parte del colectivo “Naturópata”, no necesitamos buscar un “clan” con el que sentirnos identificados.
La Organización Colegial Naturopática es el instrumento que nos une y nos representa a todos los Profesionales Naturópatas, por lo que las voces que se alcen, las opiniones que se expresen y las ideas que se propongan deben de tener un foro de expresión desde nuestra Casa Común, sin utilizar otros medios ajenos a los que tenemos y sin intereses externos que puedan sesgar o polarizar soluciones ajenas al interés común de la Profesión Naturopática.
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