Resumen
En esta ponencia, Esperanza Molina Hernández, profesora naturópata y presidenta del consejo Naturopático OCNFENACO en Melilla, presenta una charla sobre la actuación de la naturopatía en los diferentes ciclos de la mujer durante la sexta jornada de naturopatía en femenino 2025. La experta explica los cuatro ciclos vitales de la mujer: desde la infancia hasta la pubertad, la edad reproductiva, la perimenopausia, y la menopausia/postmenopausia. Destaca la importancia de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) para el bienestar físico y emocional, señalando que muchos problemas de salud femeninos están relacionados con desequilibrios hormonales. Molina Hernández recomienda el cuidado Naturopático en cada etapa, incluyendo dieta natural, ejercicio físico y complementos reguladores hormonales naturales. También presenta remedios herbales beneficiosos como la maca andina y el Vitex (Agnus Castus) que ayudan a equilibrar las hormonas sin contener hormonas reales, actuando como adaptógenos que regulan el sistema endocrino según las necesidades individuales de cada mujer.
El ciclo vital de la mujer: definición y etapas
La ponente explica que el ciclo vital de la mujer se refiere a las diferentes etapas que experimenta a lo largo de su vida, determinadas por cambios biológicos, psicológicos y sociales que influyen en su salud y bienestar. Introduce que en su ponencia abordará estas diferentes etapas y su significado para la mujer.
Primera etapa: Infancia hasta la pubertad
Molina Hernández describe la primera etapa del ciclo vital femenino, desde la infancia hasta la pubertad. Explica que durante la infancia las niñas experimentan un crecimiento físico y cognitivo constante, mientras que la pubertad marca el inicio de la maduración sexual. Durante esta última fase, el cuerpo femenino experimenta cambios importantes como el desarrollo del seno, la primera menstruación y el crecimiento del vello púbico.
Segunda etapa: Edad reproductiva
La ponente define la edad reproductiva como la etapa en que una mujer es fértil y puede concebir. Esta fase comienza con la primera menstruación y generalmente termina alrededor de los 40 años. Durante este periodo, las mujeres pueden experimentar cambios en su cuerpo como variaciones en los ciclos menstruales, cambios de humor y posibles problemas de salud reproductiva.
Tercera etapa: Perimenopausia
Molina Hernández explica que la perimenopausia es el periodo de transición que marca el final de la edad reproductiva y el inicio de la menopausia. Durante esta etapa, los niveles de hormonas reproductivas fluctúan, provocando diversas manifestaciones psicobilógicas como sofocos, insomnio y cambios de humor. Señala que esta fase puede durar desde unos pocos meses hasta varios años.
Cuarta etapa: Menopausia y postmenopausia
La especialista define la menopausia como el momento en que la mujer experimenta su última menstruación, y la postmenopausia como el periodo que comienza después de un año completo sin menstruación. Durante esta etapa, los niveles de hormonas reproductivas disminuyen significativamente, lo que puede provocar síntomas como sofocos, sequedad vaginal y pérdida de densidad ósea.
Cuidados Naturopáticos en cada etapa del ciclo vital
La ponente enfatiza la importancia del cuidado adecuado en cada etapa para mantener la salud y el bienestar. Recomienda llevar una dieta lo más natural posible, hacer ejercicio físico regularmente, practicar una higiene personal adecuada y utilizar complementos reguladores hormonales naturales. Destaca que consultar a un profesional Naturópata puede ayudar a evitar las manifestaciones psicobiológicas molestas que se manifiestan de manera diferente en cada mujer debido a los cambios hormonales.
Importancia de las hormonas femeninas y sus desequilibrios
Molina Hernández explica que muchos problemas de salud femeninos están relacionados con los ciclos hormonales. Destaca que las hormonas femeninas son indispensables para garantizar el bienestar, y que de su equilibrio depende la resistencia física, el equilibrio emocional y la vida sexual. Identifica los estrógenos y la progesterona como las dos hormonas decisivas en la salud femenina. Los estrógenos se asocian a la fertilidad, energía vital y tersura de la piel, mientras que la progesterona se relaciona con el equilibrio emocional y el tono muscular. Detalla que un exceso de estrógenos puede ocasionar alteraciones nerviosas, insomnio, retención de líquidos, desequilibrio de azúcar en sangre y dolencias como endometriosis y quistes mamarios, mientras que su defecto puede generar sequedad de la piel, irritabilidad, acné, ansiedad, sofocos y a largo plazo osteoporosis.
Desajustes hormonales y su gestión
La especialista señala que la menstruación no debería ser dolorosa, y que si lo es, probablemente exista un exceso de estrógeno o un desequilibrio entre progesterona y estrógeno. Destaca que la alimentación y el estilo de vida influyen notablemente en el sistema hormonal. Explica que la fuerte bajada de estrógeno durante la menopausia y sus manifestaciones psicobiológicas pueden gestionarse introduciendo más fitoestrógenos naturales en la dieta. Enumera manifestaciones psicobiológicas que pueden indicar un desajuste hormonal: ciclos menstruales irregulares, cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, depresión, estrés, cambios de peso inexplicables, fatiga crónica, trastornos del sueño, apetito variable, problemas digestivos y pérdida o debilitamiento del cabello.
Remedios herbales para el cuidado de la mujer
Molina Hernández establece una conexión histórica entre el ciclo menstrual femenino (aproximadamente 28 días) y las fases lunares (27,3 días), mencionando que antiguamente a las menstruaciones se les llamaba 'lunas'. Explica cómo las mujeres buscaban remedios en la naturaleza, recolectando plantas durante la noche de San Juan para aliviar sus males, como la salvia, milenrama, crisantemo de los prados, hiedra terrestre, rusco, artemisa, hipérico, valeriana, ruda, laurel, verbena y caléndula.
Remedios naturales para el dolor menstrual
La ponente recomienda plantas con acción emenagoga (que facilitan el flujo menstrual) para el dolor menstrual, como la raíz de angélica, raíz de perejil, hojas de salvia, milenrama, hojas de frambuesa y caléndula. Destaca especialmente la maca andina, utilizada desde hace siglos por los pueblos peruanos para la fertilidad, el equilibrio hormonal, la libido y la resistencia. Explica que la maca no produce hormonas sino que funciona como un adaptógeno natural que se adapta a las circunstancias de cada mujer y equilibra las hormonas según sus necesidades específicas, actuando como reguladora hormonal natural.
Funcionamiento de la maca como regulador hormonal
Molina Hernández profundiza en cómo la maca estimula y nutre las glándulas pituitaria e hipotálamo del sistema endocrino, conocidas como las 'glándulas maestras' responsables de regular todas las demás glándulas productoras de hormonas. Cuando estas glándulas maestras están en equilibrio, pueden equilibrar naturalmente todas las demás. Añade que la maca no es exclusiva para mujeres, sino que también beneficia a los hombres, aumentando la libido y la resistencia, actuando como una 'viagra natural'. Menciona que, dado que entre el 40-50% de los casos de infertilidad se deben en parte al hombre, tomar esta hierba puede ayudar con la movilidad, volumen y calidad de los espermatozoides.
El Vitex (Agnus Castus) como regulador hormonal
La especialista presenta el Vitex, también conocido como Agnus Castus o Sauzgatillo, destacando su larga historia de uso para evitar desajustes hormonales. Explica que se utiliza frecuentemente para tratar la endometriosis, infertilidad, síndrome premenstrual, prevención del aborto espontáneo en el primer trimestre y síntomas de la menopausia, especialmente los sofocos. Detalla que esta planta ayuda a regular el ciclo menstrual e incluso puede iniciar periodos en mujeres que han tenido ausencia menstrual durante algún tiempo. Aclara que, al igual que la maca, no contiene hormonas reales sino que trabaja equilibrando naturalmente las hormonas del cuerpo mediante la regulación de la glándula pituitaria, que envía señales a otras glándulas sobre cuándo y cuántas hormonas producir.
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