Naturopatía: Una Identidad Clara Frente a la Dilución
Desde hace años, en el marco de las campañas identitarias y en diversos foros corporativos, hemos insistido con absoluta rotundidad en un principio fundamental: la Naturopatía es una Ciencia y una Profesión, con un sistema de conocimientos, prácticas y una normatividad de conducta bien definidos. Esta afirmación no es un capricho retórico, sino una exigencia de claridad epistemológica. La Naturopatía no es un mero "batiburrillo" de alternatividades ni naturalidades sin base estructural. Es un cuerpo de conocimiento con arraigo, historia, bagaje, y raíces sólidas, tal como fue definida por Benedict Lust a finales del siglo XIX, al sistematizar los principios de la Naturopatía.
Nuestra identidad es clara y la defenderemos en voz muy alta: somos una Ciencia y una Profesión que se fundamenta en pilares inmutables como la Vis Regeneratrix Naturae (el poder regenrativo de la naturaleza), Tolle System (identificar y abordar los procesos subyacentes), la Promoción de la Salud y el principio Tolle Totum (abordar a la persona en su totalidad). Este legado ha sabido adaptarse a los cambios y las exigencias de la sociedad moderna, integrando la investigación científica y la evidencia clínica.
El Impacto Crítico de la "Marca Naturopatía"
La "Marca Naturopatía" es, esencialmente, la visión y la percepción que la sociedad y las instituciones tienen de nuestra profesión. El éxito de nuestra práctica, la capacidad de diálogo institucional y el reconocimiento que merecemos dependen directamente de la solidez y la coherencia de esta marca.
Lamentablemente, la proliferación descontrolada de injerencias profesionales y no profesionales está erosionando esta percepción. Estas injerencias se manifiestan de diversas maneras: desde el intrusismo ejercido por personas sin la formación académica rigurosa adecuada, hasta la oferta de "cursillos" fragmentados que se presentan como una cualificación completa de Naturópata. Peor aún, la mezcla indiscriminada de nuestra disciplina con prácticas sin validación ni encaje ético-filosófico genera una confusión irreparable.
— Individuos o entidades que operan sin la formación, la ética o la organización requeridas — están dificultando gravemente que la marca Naturopatía adquiera la consideración social e institucional que le corresponde por derecho y por la calidad de nuestros servicios. Estas injerencias no solo generan confusión en el público, que no sabe diferenciar el servicio riguroso del improvisado, sino que devalúan nuestro trabajo ante el público y, crucialmente, ante los organismos reguladores que buscan evidencias de estandarización.
Es una responsabilidad indelegable de todos los Profesionales Naturópatas colegiados abordar las consecuencias negativas que se desprenden de esta marca profesional debilitada y potenciar las influencias positivas que surgen de un ejercicio profesional ético y competente y transparente.
Urgencia Estratégica: Reforzar la Profesión y el Valor Añadido
Urge seguir concienciando al colectivo de la necesidad de reforzar la Profesión Naturopática aportando un valor añadido tangible al trabajo diario. Este valor se construye sobre la base de la evidencia, la humanística profunda, y la competencia técnica adquirida en programas de formación estandarizados.
Necesitamos seguir emprendiendo una estrategia conjunta e inequívoca en pro del producto/marca Naturopatía que aporte:
Solidez: Se logra a través de la estandarización formativa (utilizando el marco de Bolonia/ECTS como referencia de la carga académica) y el estricto cumplimiento del Código Deontológico. Esta solidez es nuestro blindaje contra el intrusismo.
Demanda: Asegurando que la sociedad sepa que el servicio profesional Naturopático Colegiado es el único garante de calidad. La trazabilidad de la formación y la práctica profesional es un factor de confianza que incrementa la demanda de nuestros servicios.
Reconocimiento: Trabajando estratégicamente para la validación de la Naturopatía como Ciencia y Profesión ante los poderes públicos, los sistemas de salud y las agencias de acreditación académica.
Esta estrategia de valor añadido es lo que garantiza la viabilidad a largo plazo de la profesión frente a las modas pasajeras.
Ordenación y Compromiso Colegial: El Único Garante
La Ordenación Profesional que impulsa la Organización Colegial Naturopática OCNFENACO es la respuesta más firme y responsable a este desafío de injerencia. La Colegiación actúa como un escudo protector para el profesional y una garantía de seguridad para el consultante.
Esta ordenación está demostrando el compromiso inquebrantable con los valores que fundamentan nuestra profesión, reconociendo la Naturopatía como una ciencia integradora que maneja magistralmente: los valores humanísticos, filosóficos, psicosociales, ecológicos y transpersonales, sin descuidar ni un ápice nuestra fundamental vertiente científica y la necesidad de una formación rigurosa en ciencias de la salud. Esta sinergia es precisamente lo que diferencia y eleva la práctica Naturopática.
Gracias a este compromiso con la calidad y los valores éticos, la demanda de los Servicios Profesionales de Naturopatía está en constante aumento, lo que prueba la necesidad social de nuestra disciplina cuando se ejerce con rigor, ética y bajo un paraguas de control profesional.
Por todo esto, por el profundo sentimiento de pertenencia a una profesión con una tradición que se proyecta hacia el futuro, y por la responsabilidad con la salud de la sociedad y con el legado de Benedict Lust:
¡Hay que seguir gritando bien fuerte: Soy PROFESIONAL NATURÓPATA COLEGIADO!
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