La Trampa Semántica: Cuando "Medicina" lo Engloba Todo
La adopción acrítica del concepto "medicina tradicional" por parte de la OMS es más que una simple cuestión de nomenclatura; es una manifestación de un sesgo epistemológico arraigado. Asume que cualquier aproximación a la salud, por muy arraigada que esté en la experiencia y la cosmovisión cultural, debe ser categorizada bajo el paraguas de la medicina. Esto implica una equivalencia falaz: medicina = salud. Sin embargo, la medicina es solo una de las Ciencias de la Salud, y su enfoque principal se centra en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad desde una perspectiva biomédica y patológica.
El panmedicalismo describe esta tendencia a extender el modelo médico a todas las esferas de la vida y la salud, medicalizando aspectos que tradicionalmente no lo fueron. A la par, el iatrocentrismo subraya la preeminencia del rol médico en los procesos sanitarios, relegando a un segundo plano o invisibilizando a otras profesiones de la salud y saberes ancestrales. Estos enfoques no solo limitan la comprensión holística de la salud humana, sino que también impiden el desarrollo de un verdadero paradigma de las Ciencias de la Salud en plural. La propia OMS, a través de una de sus altas representantes en Europa, ha reconocido la necesidad de "superar el paradigma médico como eje central de salud", una declaración que, si bien tardía, valida la crítica a esta hegemonía discursiva.
La Naturopatía: Una Ciencia de la Salud con Identidad y Vanguardia
Frente a esta medicalización del saber, la Naturopatía emerge no como una "medicina alternativa" o una subespecialidad, sino como una ciencia de la salud autónoma con una identidad científica propia. Posee una epistemologia, ontología, epistemología, metodología, tecnología, praxiología y axiología distintivas. Esto significa que la Naturopatía no es una "forma natural de hacer medicina", sino un enfoque diferente, complementario y autónomo para promover la salud, mantener el bienestar y facilitar la autoregeneración inherente al organismo.
La Naturopatía, en su esencia, ha venido haciendo lo que la OMS ahora parece intentar: integrar el conocimiento tradicional y empírico con los avances científicos más recientes. Desde hace más de un siglo, la Naturopatía ha sistematizado y validado prácticas milenarias como la trofologia, la herbología, la hidrohigiene vital o los ergoremedios, no desde una óptica patológica, sino desde una perspectiva salutogénica e higiogénica. El concepto de "naturopatizar", propuesto desde su propia praxis, encapsula precisamente esta acción de integrar críticamente lo empírico y lo científico desde una mirada no medicalizante, siempre buscando la normalización funcional y la Generación de Respuesta Eutáxica del Salutante.
Tradición y Ciencia: Un Diálogo Centenario en la Naturopatía
La Naturopatía ha demostrado que la dicotomía entre tradición y ciencia es un falso dilema. Como cualquier otra ciencia, la Naturopatía recoge el vasto conocimiento acumulado por la experiencia histórica –saberes tradicionales, culturales y ecológicos– y lo somete a un proceso riguroso de revisión, sistematización y validación científica. No se adhiere a un tradicionalismo acrítico ni a un dogmatismo científico. Esta actitud crítica, abierta y rigurosa le permite resignificar la tradición, investigarla y adaptarla a los nuevos contextos y descubrimientos.
Este enfoque ha posibilitado el desarrollo de intervenciones individualizadas, sostenibles y respetuosas con la diversidad cultural y ecológica, pilares fundamentales en el enfoque contemporáneo de las Ciencias de la Salud. La Naturopatía ha sido pionera en reconocer y potenciar la Naturaleza intrínseca autosanadora del organismo, un concepto central que la medicina, encajonada en el paradigma patológico, a menudo pasa por alto.
Hacia un Nuevo Paradigma: La Urgencia de Desmedicalizar la Tradición
La necesidad de reformular el discurso institucional y académico en torno a los saberes tradicionales en salud es imperativa. Denominarlos uniformemente como "medicina tradicional" no solo implica una medicalización semántica, sino también una medicalización epistemológica que obstaculiza el avance hacia paradigmas verdaderamente integradores.
Es fundamental avanzar hacia un paradigma de las Ciencias de la Salud en plural, donde una multiplicidad de enfoques, cada uno con su rigor y autonomía, puedan coexistir y enriquecerse mutuamente. En este marco, la Naturopatía no solo representa una propuesta sólida y coherente, sino que ya ha recorrido gran parte de este camino, combinando la riqueza del conocimiento tradicional con la validación científica contemporánea, sin caer en reduccionismos iatrocéntricos. La salud es una construcción compleja que trasciende lo puramente sanitarista; es una cuestión de ciencia, cultura, ética y responsabilidad compartida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario