domingo, 1 de junio de 2025

Análisis Crítico (Parte III): La Naturopatía como Realización de la Visión Original de Salud de la OMS

Esta tercera y última parte de nuestro análisis crítico se centra en una profunda reflexión: cómo la Naturopatía, como disciplina y profesión autónoma dentro del marco de la salud, es la única que lleva a la práctica de forma integral la primera y aún vigente definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS, en el Preámbulo de su Constitución, adoptada en 1946 y en vigor desde el 7 de abril de 1948, definió la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades." Esta definición, que no ha sido modificada desde su origen, representa una visión expansiva y revolucionaria del concepto de salud. No se limita a la esfera biomédica ni a la patología, sino que abraza la complejidad del ser humano en su totalidad y su interacción con el entorno social.

La Naturopatía: Pionera en la Visión Holística de la Salud de la OMS

La Naturopatía historicamente ha operado desde sus fundamentos con una visión intrínsecamente holística, alineándose con esta definición de la OMS mucho antes de que fuera formulada.

  • Bienestar Físico: La Naturopatía aborda el cuerpo a través de la nutrición, el ejercicio, el manejo del estrés, la herbología y otras modalidades naturales, buscando optimizar las funciones fisiológicas y la capacidad autoregenradora (vis regeneratrix naturae). Esto va más allá de la mera eliminación de síntomas.
  • Bienestar Mental: Reconoce la profunda conexión entre el cuerpo y la mente, integrando enfoques para la gestión emocional, la reducción del estrés, la promoción de la claridad mental y el equilibrio psicológico, aspectos fundamentales para un "completo bienestar mental".
  • Bienestar Social: Si bien la Naturopatía se centra en el individuo, su énfasis en los determinantes del estilo de vida, la educación para la salud y la promoción de la salud también contribuye al bienestar social. Al empoderar a las personas para que asuman un rol activo en su salud, se fomenta una ciudadanía más sana y resiliente, capaz de interactuar positivamente en su comunidad.

A diferencia de un modelo que identifica medicina = salud o que ve la sanidad como el único actor relevante (a pesar de que los determinantes sociales de la salud demuestran que el sistema sanitario tiene un impacto limitado, quizás un 25%, en la salud global de una población), la Naturopatía ha sido siempre una disciplina de carácter autónomo que aborda la salud desde una perspectiva verdaderamente integral. No se confunde con la medicina ni pretende sustituirla, sino que ofrece un marco de actuación sinérgico y multidisciplinar que busca restaurar y mantener ese "completo bienestar físico, mental, social y ecológico".

La Necesidad de un Reconocimiento Acorde a su Visión

El Proyecto de Estrategia de la OMS sobre MTCI, aunque con buenas intenciones, se enfrenta a un desafío conceptual al intentar encajar disciplinas como la Naturopatía bajo el ambiguo paraguas de "medicina tradicional". Como hemos analizado, esta clasificación genera confusiones legales (riesgo de intrusismo, como el ejemplo venezolano de "intrusismo empírico") y profesionales, y no refleja la autonomía, la cientificidad y la profesionalización que la Naturopatía ha alcanzado en muchos países, incluyendo España.

La Naturopatía ya ha realizado la documentación, la investigación de campo, la conceptualización, la sistematización y la legalización de su práctica a lo largo de más de un siglo. Es una profesión que, en su esencia y práctica diaria, encarna la visión holística de salud que la OMS proclamó hace casi ocho décadas.

Por lo tanto, la reflexión final es que la OMS, en su afán por integrar diversas prácticas de salud, debería reconocer la Naturopatía no como una mera "medicina tradicional" a ser subsumida, sino como una disciplina sanitaria independiente, madura y consolidada, que ya opera plenamente bajo la aspiración de la propia OMS para la salud: un estado de completo bienestar en todas sus dimensiones, más allá de la ausencia de enfermedad. El futuro de la salud global requiere la colaboración entre todas las profesiones sanitarias, pero esta colaboración solo será efectiva si se basa en el reconocimiento mutuo, la precisión terminológica y el respeto por la autonomía y las particularidades de cada disciplina.


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