Resumen
La diabetes afecta a millones de personas en todo el mundo, principalmente la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. Debido a estos niveles elevados de azúcar en sangre, las personas con DM2 tienen un mayor riesgo de sufrir diversas complicaciones de salud, lo que impulsa a muchos a explorar tratamientos adicionales a los convencionales. La berberina, un compuesto natural presente en plantas, ha cobrado relevancia como terapia complementaria para la DM2. Actúa de diversas maneras, como mejorar el metabolismo de la glucosa y los lípidos, reducir la inflamación y afectar a las bacterias intestinales. Ensayos clínicos han demostrado que la berberina puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, la sensibilidad a la insulina y el colesterol en pacientes con DM2, a menudo con la misma eficacia que medicamentos comunes como la metformina.
Aunque generalmente es segura, la berberina puede causar problemas digestivos leves e interactuar con ciertos medicamentos. Se necesita más investigación para comprender completamente sus efectos a largo plazo. Los profesionales de la salud deben analizar los posibles beneficios y riesgos de la berberina con los pacientes, integrándola en planes de tratamiento personalizados junto con las terapias convencionales.
Introducción
La diabetes es un trastorno metabólico crónico que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre como resultado de la resistencia o deficiencia de insulina. La Federación Internacional de Diabetes estima que en 2021, 573 millones de adultos de entre 20 y 79 años vivían con diabetes. Se estima que esta cifra aumentará a 783 millones para 2045. De hecho, la diabetes es responsable de 6,7 millones de muertes en 2021, lo que equivale a una muerte estimada cada cinco segundos. [i] Los factores de riesgo asociados con la diabetes incluyen la obesidad, la disfunción endotelial, la inflamación vascular y la dislipidemia, [ii] todo lo cual coloca a las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares, [iii] enfermedad renal terminal, [iv] e hipertensión. [v] Sin embargo, las investigaciones indican que las personas con DM2 también tienen una mayor susceptibilidad a la depresión, [vi] trastornos de la glándula tiroides, [vii] y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). [viii] Además de los tratamientos convencionales, muchos pacientes con diabetes exploran terapias complementarias. La berberina, un alcaloide natural presente en diversas plantas, ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Esta revisión tiene como objetivo evaluar la evidencia actual sobre la eficacia y seguridad de la berberina como terapia complementaria para la DM2.
Posible mecanismo de acción
Se ha demostrado que la berberina mejora el control glucémico, el metabolismo lipídico y la inflamación tanto en modelos animales como humanos. Se han propuesto varios mecanismos de acción, como la activación de la proteína quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK), la inhibición de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y la modulación de la microbiota intestinal. La AMPK es una enzima clave que participa en el metabolismo de la glucosa y los lípidos, y se ha demostrado que su activación mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación. [ix] La DPP-4 es una enzima que degrada el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), una hormona que estimula la secreción de insulina y reduce la de glucagón. Algunos estudios sugieren que la berberina puede contribuir a aumentar los niveles de GLP-1 y mejorar el control glucémico, potencialmente a través de la inhibición de DPP-4, entre otros mecanismos.Una revisión analizó los efectos terapéuticos de la berberina en enfermedades metabólicas, señalando que la inhibición de la DPP-4 es uno de los posibles mecanismos que contribuyen a sus propiedades hipoglucemiantes. [x] También se ha demostrado que la berberina modula la microbiota intestinal, que desempeña un papel crucial en el metabolismo de la glucosa y los lípidos. [xi]
Estudios clínicos
Berberina vs. Metformina
Los resultados de una evaluación sistemática que investigó el uso de metformina y el suplemento berberina para la diabetes mellitus tipo 2 sugieren que combinarlos podría ser más eficaz que usar metformina o berberina por separado. Este estudio empleó un método riguroso, evaluando la eficacia y la seguridad de ambos tratamientos en ensayos controlados aleatorizados (ECA). Cabe destacar que el estudio no encontró diferencias estadísticamente significativas en la eficacia del suplemento berberina en comparación con la metformina sobre los niveles de glucosa en ayunas cuando se utilizó como monoterapia (tratamiento con un solo fármaco). [xii]
Eficacia de la berberina frente a la metformina en la glucemia plasmática en ayunas (FPG)
El análisis comparó los efectos de la berberina frente a la metformina en los niveles de glucosa plasmática en ayunas (GPA) en seis ensayos. Además, nueve ensayos evaluaron el efecto combinado de berberina y metformina frente a la metformina sola. Debido a la considerable heterogeneidad (I² > 50%), se utilizó un modelo de efectos aleatorios (ER) para el análisis. El análisis de subgrupos reveló una reducción estadísticamente significativa en los niveles de GPA cuando se combinó berberina con metformina, en comparación con el grupo que solo recibió metformina (DM = -1,49; IC del 95% [-2,22; -0,76]; p < 0,0001). Curiosamente, no se observó ninguna diferencia significativa entre la berberina y la metformina por separado (DM = 0,13; IC del 95% [-0,27; 0,54]; p = 0,53). [xiii]
Eficacia del tratamiento con berberina y metformina en la 2hPG
El estudio comparó los efectos de la berberina frente a la metformina y la berberina combinada con metformina sobre los niveles de 2hPG en cinco y nueve ensayos, respectivamente. Debido a la variación significativa entre los estudios (heterogeneidad, I² > 50%), se utilizó un modelo de efectos aleatorios para el análisis. Los resultados revelaron una reducción estadísticamente significativa en los niveles de 2hPG cuando se combinó berberina con metformina, en comparación con el grupo que solo recibió metformina (DM = -1,89; IC del 95% [-2,94; -0,84]; p = 0,0004). Curiosamente, no se observó ninguna diferencia significativa entre la berberina y la metformina por separado para los niveles de 2hPG (DM = 0,11; IC del 95% [-1,38; 1,60]; p = 0,88). [xiv]
Eficacia del tratamiento con berberina y metformina sobre la HbA1c
Se realizaron análisis similares para los niveles de HbA1c: cinco ensayos compararon berberina con metformina y siete ensayos evaluaron la combinación frente a metformina. Nuevamente, la alta heterogeneidad obligó a utilizar un modelo de efectos aleatorios. El análisis de subgrupos reveló una reducción significativa en los niveles de HbA1c con la terapia combinada en comparación con la metformina sola (DM = -0,65; IC del 95 % [-0,91; -0,40]; p < 0,00001). No se observaron diferencias significativas entre berberina y metformina (DM = -0,17; IC del 95 % [-0,49; 0,16]; p = 0,31). [xv]
Berberina.
Otro análisis exhaustivo de ensayos controlados aleatorizados (ECA) publicados hasta el 1 de julio de 2022 investigó los efectos de la suplementación con berberina (BBR) sobre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en adultos. Este análisis, que incluyó estudios identificados mediante una búsqueda exhaustiva en las bases de datos PubMed/Medline, Scopus y Web of Science, reveló reducciones significativas en la glucemia en ayunas (GA), con una diferencia de medias ponderada (DMP) de -7,74 mg/dl (IC del 95 % [-10,79, -4,70], p < 0,001). De manera similar, la suplementación con berberina redujo significativamente los niveles de insulina (DMP −3,27 mg/dL, IC del 95% [−4,46, −2,07], p < 0,001) y HbA1c (DMP −0,45%, IC del 95% [−0,68, −0,23], p < 0,001).
Además, la berberina demostró un efecto reductor de lípidos, con reducciones significativas observadas en los triglicéridos séricos (DMP −23,70 mg/dL, IC del 95% [−30,16, −17,25], p < 0,001), colesterol total (DMP −20,64 mg/dL, IC del 95% [−23,65, −17,63], p < 0,001) y colesterol LDL (DMP −9,63 mg/dL, IC del 95% [−13,87, −5,39], p < 0,001). Además, la suplementación con berberina mejoró la sensibilidad a la insulina, como lo demuestra una disminución significativa en HOMA-IR (DMP −1,04, IC del 95% [−1,55, −0,52], p < 0,001) y una reducción modesta en la presión arterial sistólica (DMP −5,46 mmHg, IC del 95% [−8,17, −2,76], p < 0,001), peso (DMP −0,84, IC del 95% [−1,34, −0,34], p < 0,001), índice de masa corporal (DMP −0,25 kg/m², IC del 95% [−0,46, −0,04], p = 0,020), mientras que aumentó la lipoproteína de alta densidad (HDL; DMP 1,37 mg/dl, IC del 95 % [0,41, 2,23], p = 0,005). [xvii]
La suplementación con berberina demostró un efecto dosis-dependiente sobre diversos parámetros metabólicos. El análisis reveló que 1 g/día de BBR fue más eficaz para reducir los triglicéridos (TG), el colesterol total (CT) y el peso corporal. Por otro lado, una dosis mayor de 1,8 g/día produjo la mejora más significativa en los niveles de insulina y HOMA-IR. Curiosamente, la dosis óptima para aumentar el c-HDL resultó ser sustancialmente mayor, 5 g/día. Además, el tiempo para alcanzar los efectos óptimos varió según los resultados. La glucemia en ayunas (GA) mostró la mayor mejora a las 40 semanas del inicio de la suplementación, mientras que la presión arterial diastólica (PAD) y la circunferencia de la cintura requirieron una duración mayor, de 50 semanas, para alcanzar su efecto más favorable. [xviii]
Se realizó otra búsqueda sistemática de metanálisis sobre la eficacia y seguridad de la berberina en las bases de datos PubMed, Cochrane Library y Embase, abarcando estudios publicados desde su inicio hasta el 30 de junio de 2022. La calidad metodológica y la certeza de la evidencia de estos metanálisis se evaluaron mediante los sistemas AMSTAR-2 y GRADE, respectivamente. Se identificaron once metanálisis elegibles, publicados en revistas con revisión por pares entre 2013 y 2022, de un total de 235 publicaciones. Los análisis revelaron efectos significativos de la suplementación con berberina, en comparación con los controles, sobre los niveles de glucosa en sangre, la resistencia a la insulina, el perfil lipídico sanguíneo, la composición corporal, los marcadores inflamatorios, la prevalencia del adenoma colorrectal y la erradicación de Helicobacter pylori . [xix]
Seguridad
La berberina generalmente se considera segura cuando se usa en las dosis recomendadas. Sin embargo, algunos estudios han reportado síntomas gastrointestinales leves, como diarrea y estreñimiento, en pacientes que la toman. [xx] También se ha demostrado que la berberina interactúa con varios medicamentos, incluida la ciclosporina, y debe usarse con precaución en pacientes que toman ciclosporina. [xxi] , [xxii] La exposición a la berberina se ha relacionado con una acumulación perjudicial de bilirrubina en bebés. [xxiii] Por lo tanto, la berberina también podría ser peligrosa para bebés y su uso durante el embarazo o la lactancia debido a sus posibles efectos en el feto o el lactante.
Conclusión y dirección futura
En conclusión, la diabetes es una enfermedad compleja y multifactorial que requiere un enfoque integral para su manejo. Las medicinas botánicas, como la berberina, se han convertido en una prometedora terapia complementaria para el manejo de la diabetes, con numerosos estudios que demuestran sus efectos beneficiosos sobre el control glucémico, los perfiles lipídicos y otros parámetros metabólicos relacionados. Se cree que el mecanismo de acción de la berberina implica la regulación de varias vías, incluyendo la vía AMPK, la inflamación y el estrés oxidativo. Sin embargo, existen algunas limitaciones en la investigación actual sobre la berberina para el manejo de la diabetes. Se justifican más investigaciones para establecer la dosis y duración óptimas del tratamiento, y explorar la eficacia y seguridad a largo plazo de la berberina. Además, los mecanismos de acción de la berberina en la diabetes y sus complicaciones aún no se comprenden completamente y requieren mayor investigación. Los profesionales Naturópatas deben ser conscientes de los posibles beneficios y riesgos de la berberina y deben colaborar con los pacientes para desarrollar planes de tratamiento individualizados que incorporen terapias basadas en la evidencia.
Referencias
[i] International Diabetes Federation. IDF Diabetes Atlas, 10th Edition. Brussels: International Diabetes Federation, 2021, 141 p., ISBN 978‑2‑930229‑98‑0.
[ii] Petrie, J.R., T.J. Guzik, and R.M. Touyz. “Diabetes, hypertension, and cardiovascular disease: Clinical insights and vascular mechanisms.” Canadian Journal of Cardiology, Vol. 34, No. 5 (2018): 575–584.
[iii] Emerging Risk Factors Collaboration; N. Sarwar, P. Gao, S.R.K. Chowdhury, R. Gobin, S. Kaptoge, E. Di Angelantonio, E. Ingelsson, et al. “Diabetes mellitus, fasting blood glucose concentration, and risk of vascular disease: A collaborative meta-analysis of 102 prospective studies.” Lancet, Vol. 375, No. 9733 (2010): 2215–2222.
[iv] United States Renal Data System. 2014 USRDS Annual Data Report: Epidemiology of Kidney Disease in the United States. Bethesda: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, 2014.
[v] Waeber, B., F. Feihl, and L. Ruilope. “Diabetes and hypertension.” Blood Pressure, Vol. 10, No. 5–6 (2001): 311–321.
[vi] de Groot, M., R.J. Anderson, K.E. Freedland, R.E. Clouse, and P.J. Lustman. “Association of depression and diabetes complications: A meta-analysis.” Psychosomatic Medicine, Vol. 63, No. 4 (2001): 619–630.
[vii] Vondra, K., J. Vrbikova, and K. Dvorakova. “Thyroid gland diseases in adult patients with diabetes mellitus.” Minerva Endocrinologica, Vol. 30, No. 4 (2005): 217–236.
[viii] Feary, J.R., L.C. Rodrigues, C.J. Smith, R.B. Hubbard, and J.E. Gibson. “Prevalence of major comorbidities in subjects with COPD and incidence of myocardial infarction and stroke: A comprehensive analysis using data from primary care.” Thorax, Vol. 65, No. 11 (2010): 956–962.
[ix] Lee, Y.S., W.S. Kim, and K.H. Kim. “Berberine, a natural plant product, activates AMP‑activated protein kinase with beneficial metabolic effects in diabetic and insulin-resistant states.” Diabetes, Vol. 55, No. 8 (2006): 2256–2264.
[x] Xu, X., H. Yi, J. Wu, T. Kuang, J. Zhang, Q. Li, H. Du, T. Xu, G. Jiang, and G. Fan. “Therapeutic effect of berberine on metabolic diseases: Both pharmacological data and clinical evidence.” Biomedicine & Pharmacotherapy, Vol. 133 (2021): 110984.
[xi] Zhang, X., Y. Zhao, M. Zhang, X. Pang, J. Xu, C. Kang, M. Li, et al. “Structural changes of gut microbiota during berberine-mediated prevention of obesity and insulin resistance in high-fat diet-fed rats.” PLoS One, Vol. 7, No. 8 (2012): e42529.
[xii] Wang, L., D. Liu, G. Wei, and H. Ge. “Berberine and metformin in the treatment of type 2 diabetes mellitus: A systemic review and meta-analysis of randomized clinical trials.” Health, Vol. 13, No. 11 (2021): 1314–1329.
[xiii] ibid.
[xiv] ibid.
[xv] ibid.
[xvi] Zamani, M., M. Zarei, M. Nikbaf‑Shandiz, S. Hosseini, F. Shiraseb, and O. Asbaghi. “The effects of berberine supplementation on cardiovascular risk factors in adults: A systematic review and dose-response meta-analysis.” Frontiers in Nutrition, Vol. 9 (2022): 1013055.
[xvii] ibid.
[xviii] ibid.
[xix] Li, Z., Y. Wang, Q. Xu, J. Ma, X. Li, J. Yan, Y. Tian, Y. Wen, and T. Chen. “Berberine and health outcomes: An umbrella review.” Phytotherapy Research, Vol. 37, No. 5 (2023): 2051–2066.
[xx] Zamani et al, op. cit.
[xxi] Wu, X., Q. Li, H. Xin, A. Yu, and M. Zhong. “Effects of berberine on the blood concentration of cyclosporin A in renal transplanted recipients: Clinical and pharmacokinetic study.” European Journal of Clinical Pharmacology, Vol. 61, No. 8 (2005): 567–572.
[xxii] Xin, H.‑W., X.‑C. Wu, Q. Li, A.‑R. Yu, M.‑Y. Zhong, and Y.‑Y. Liu. “The effects of berberine on the pharmacokinetics of ciclosporin A in healthy volunteers.” Methods and Findings in Experimental and Clinical Pharmacology, Vol. 28, No. 1 (2006): 25–29.
[xxiii] Chan, E. “Displacement of bilirubin from albumin by berberine.” Biology of the Neonate, Vol. 63, No. 4 (1993): 201–208.
Fuente: NaturopathicCurrents
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