El lenguaje que utiliza la ciencia no tiene carácter persuasivo, ni directivo, sino que es simplemente informativo.
El conocimiento científico es siempre parcial y aproximado, nunca definitivo. Esto significa que, en primer lugar, que la precisión y claridad en el uso de la terminología científica constituye una necesidad esencial, y en segundo lugar, reconocer la insuficiencia y falibilidad del método científico, mediante el cual se obtuvo. Aun cuando se hace una revolución teórica, esta se hace cognoscible, a la luz del trabajo anterior (Modelo de Teoría Abarcante. Bunge 1976).
Por ultimo, hay que indicar que adquirir un vocabulario científico de la Naturopatía exige la correlación de una mejora teórica, y esta pasa por un esfuerzo investigador importante; pero no podemos caer en la formalización prematura, por el error de confundir esta con cientificidad, ya que actuaría como un freno en su desarrollo. Aunque hay que tener en cuenta que la formalización es una exigencia necesaria en la intuición de modelos y constructos nuevos (Bunge, 1976).
Respecto del significado lógico y semántico deberán de tenerse encuenta las indicaciones que desde la lógica y la semántica se hacen al hablar de los métodos generales del pensamiento.
Por tanto hay que insistir en la disciplina, exigible a investigador Naturópata y alumnado de Naturopatía, en orden a la concordancia terminológica; el filibusterismo en esto perjudica enormemente: términos diferentes para nombrar los mismos contenidos y mismos términos para diferentes no ayudan en absoluto a la inteligibilidad-comunicabilidad de la Naturopatía .
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